“EL DOLOR DE LOS DEMAS, TAMBIEN ES EL MIO”
Sabiendo que el Perú es un país multicultural, casi siempre nos hemos encontrado con personas que pertenecen a otras culturas, nos hemos impresionado por la diferencia de costumbres, forma de hablar, forma de vestir y distintas diferencias lo cual caracterizan a cada una de las culturas. Uno de los distintos problemas pero que repercute mucho en nuestra forma de ser y nuestro pensamientos y sentimientos, es el mal trato, la fastidia o tal vez quizás el desprecio que nos tienes otras personas por pertenecer a otra sociedad, cuando no somos natos de la ciudad donde ellos viven, esta historia la experimento José María Arguedas al vivir en una sociedad donde la hegemonía es lo que importa mas y integran a sus vidas a las demás sociedades como en este caso vienen a ser los indígenas. Esta situación lo experimente yo que soy de la selva peruana y específicamente de Tarapoto, departamento de San Martin, cuando algunas personas me molestan y tal vez quien sabe hasta me odian, pues no tengo la culpa de haber nacido allí pero quizás ellos deberían de tener un respeto hacia mi persona y demás personas que sufren la consecuencias de desprecio al igual que yo y el señor José María Arguedas, un niño que nació y vivió en Andahuaylas, para luego ser rechazado por la sociedad que se cree lo máximo( los costeños) que repudian a las demás regiones como la sierra y la selva).
Pero hablemos sobre la biografía de este señor José María, que fue educado por sus padres pero al poco tiempo su madre murió y se quedo sin el amor verdadero de una madre, su padre tenía mucho interés en Él; quizás estas enseñanzas que recibió por parte de su padre solamente, en valores, buenos modales, fueron aspectos importantes para su buen desempeño y la labor exitosa que realizo en nuestro país.
José María Arqueadas creció sin el cariño de una madre que realmente lo necesitaba, creció con un sentimiento y forma de trato común a lo que todo el mundo.
Sabiendo que el Perú es un país multicultural, casi siempre nos hemos encontrado con personas que pertenecen a otras culturas, nos hemos impresionado por la diferencia de costumbres, forma de hablar, forma de vestir y distintas diferencias lo cual caracterizan a cada una de las culturas. Uno de los distintos problemas pero que repercute mucho en nuestra forma de ser y nuestro pensamientos y sentimientos, es el mal trato, la fastidia o tal vez quizás el desprecio que nos tienes otras personas por pertenecer a otra sociedad, cuando no somos natos de la ciudad donde ellos viven, esta historia la experimento José María Arguedas al vivir en una sociedad donde la hegemonía es lo que importa mas y integran a sus vidas a las demás sociedades como en este caso vienen a ser los indígenas. Esta situación lo experimente yo que soy de la selva peruana y específicamente de Tarapoto, departamento de San Martin, cuando algunas personas me molestan y tal vez quien sabe hasta me odian, pues no tengo la culpa de haber nacido allí pero quizás ellos deberían de tener un respeto hacia mi persona y demás personas que sufren la consecuencias de desprecio al igual que yo y el señor José María Arguedas, un niño que nació y vivió en Andahuaylas, para luego ser rechazado por la sociedad que se cree lo máximo( los costeños) que repudian a las demás regiones como la sierra y la selva).
Pero hablemos sobre la biografía de este señor José María, que fue educado por sus padres pero al poco tiempo su madre murió y se quedo sin el amor verdadero de una madre, su padre tenía mucho interés en Él; quizás estas enseñanzas que recibió por parte de su padre solamente, en valores, buenos modales, fueron aspectos importantes para su buen desempeño y la labor exitosa que realizo en nuestro país.
José María Arqueadas creció sin el cariño de una madre que realmente lo necesitaba, creció con un sentimiento y forma de trato común a lo que todo el mundo.
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