La obra de Arguedas ha resultado terreno propicio para la reflexión teórica.
Esto no solamente en el ámbito de los estudios literarios o ciencia de
la literatura, sino también en el de las ciencias sociales. Sería por ello muy
oportuno que en este año de su centenario, se culmine por fin la edición de las
obras completas de Arguedas, con la publicación de los tomos correspondientes
a su vasta obra de reflexión. No sólo cada vez son más valorados los trabajos
etnológicos o antropológicos de Arguedas, que evidencian un enfoque de
tipo interpretativo o hermenéutico, a contrapelo del positivismo imperante
por entonces en esas disciplinas.
7 Además, los debates actuales en el campo
de las ciencias sociales peruanas suelen tener a la obra de Arguedas como
un referente ineludible, aunque la deformación profesional de los científicos
sociales (al parecer muy convencidos de su omnisciencia) los suele llevar a desdeñar
o soslayar los aportes producidos desde los estudios literarios, lo que
motiva frecuentes redescubrimientos de la pólvora o lleva a descuidar la especificidad
literaria del corpus arguediano.
8 Es por ello que hasta la actualidad
sigue siendo motivo de reflexión el célebre debate sobre
Todas las sangres, debate
que tanto deprimió a Arguedas;
9 sin embargo, la historia ha confirmado
la hondura y la trascendencia de la visión del mundo andino que él construyó.
Quiero centrarme más bien en el campo de los estudios literarios o ciencia
de la literatura, para evidenciar de qué manera, quizá como la de ningún otro
autor, la obra de Arguedas ha sido un espacio clave para la reflexión teórica e
historiográfica, no sólo en el ámbito peruano, sino en el latinoamericano.
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